Día del Genocio y la Resistencia de Al Andalus

Extraído de Indentidadandaluza.wordpress.com

 

El 9 de Abril de 1609, culminaba la última etapa del mayor genocidio que ha conocido la historia, el realizado contra nuestro pueblo, con el decreto de expulsión de los mal llamad@s morisc@s.

 

Desde los inicios de la conquista en 1212, las clases populares andaluzas/andalusíes padecieron las consecuencias de una tipología de ocupación única. A la nobleza castellana y leonesa no les bastaba con la ocupación, entraron para quedarse y ejercer una colonización de larga duración. Nuestra gente y recursos suplirían sus carencias económicas y poblacionales.

 

Nuestras tierras constituirán la base imprescindible de su prosperidad y nuestro pueblo la mano de obra insustituible para obtenerla. También el pilar sobre el que levantar un Imperio. Como consecuencia, llevarán a cabo una política de anexión territorial y asimilación forzada. Andalucía y los andaluces/zas dejaremos de existir como entidades diferenciadas. Oficialmente no habrá más que Castilla y castellan@s. Toda resistencia, insurrección o particularismo, serán achacados a algo ajeno a nuestro pueblo. Cosa de “moros”. Nace así el mito morisco, continuación de aquel otro justificador de la conquista, la invasión árabe.

 

Esta política anuladora se acentuará tras la caída de Granada. Se llevará entonces la persecución de la disidencia al extremo de realizar políticas de exterminio contra los sectores que no se rendían ni sometían. Ese primer españolismo representado por los Austria, no reprimirán a aquellos andaluces/zas resistentes, mal llamad@s moriscs@s, por motivaciones religiosas.

 

Esa razón sólo era un pretexto. Lo realmente perseguido era la oposición a la asimilación y a la servidumbre. La lucha contra el conquistador y el esclavizador, por su tierra y su libertad, por parte de los sectores más combativos de las clases populares andaluzas del momento. Pero tras más de un siglo de genocidio, no sólo físico sino también identitario, se mantenía en pie la resistencia. La respuesta fue utilizar los Decretos de Expulsión que, a modo “solución final” contra la rebeldía irreductible, pretendían dejar reducida la población al sector resignado y obediente. Volvieron a fracasar. La lucha continuó. Aún hubo, aún sigue habiendo, andaluces/zas que resisten, que permanecen en pié en defensa de sus derechos nacionales y sociales. L@s descendientes de aquell@s morisc@s no se encuentran actualmente sólo en el exilio. Son también fundamentalmente l@s que aquí y ahora mantienen viva la lucha por la libertad. Por recuperar lo que nos niegan y nos han arrebatado. Por nuestra identidad y nuestra soberanía sobre nosotros, nuestro trabajo, nuestra tierra y sus recursos. Son tod@s aquell@s que levantan la bandera de la liberación del Pueblo Trabajador Andaluz frente a España y el Capital.

 

L@s que se rebelan contra la opresión nacional, la explotación obrera, los recortes de los derechos sociales, las legislaciones limitadoras de las libertades, las discriminaciones racistas, las celebraciones xenófobas, etcétera. El espíritu morisco vive en l@s andaluces/zas que en nuestra época todavía se niegan a la rendición, la resignación y el sometimiento. Por todo ello, el 9 de Abril simboliza el genocidio sufrido por nuestro pueblo y su lucha inquebrantable por la salvaguardia de su identidad. En este nuevo aniversario, Nación Andaluza reitera su exigencia de reconocimiento de los hechos, y por lo tanto del carácter de Andalucía como territorio ocupado por el Estado español. Así como la consideración de la diáspora andalusí en el norte de África como andaluces de pleno derecho y el consiguiente derecho al retorno. Hacemos también un llamamiento a l@s andaluces/zas con conciencia nacional y de clase, a continuar el ejemplo de l@s compatriotas alzad@s en armas contra los Decretos de Expulsión de 1609.

 

A no perder ese legado de dignidad y esa herencia combatiente que nos transmitieron. El mejor homenaje que podemos ofrecerles es continuar la lucha por la recuperación de nuestra libertad e identidad, y no caer en la trampa españolista de verlos y mentarlos como algo ajeno a nosotros. No eran “moros” y “moras”, eran andaluces y andaluzas. ¡Por Andalucía libre! ¡Por la independencia y el socialismo! Nación Andaluza – Comisión Permanente

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